¿Cuáles han sido los avances en el sector aéreo frente al calentamiento global?

Es un hecho notorio que el sector aéreo supone cuantiosas desventajas medioambientales al emitir más de 900 millones de toneladas de dióxido de carbono por año y hacer uso de materias primas no renovables, como el queroseno. No obstante, la aviación representa un importante porcentaje en la economía, de tal forma que, resulta inconcebible realizar un cierre de aeropuertos a nivel mundial por cuanto el sector aéreo proporciona conexión a todas las partes del mundo, sobretodo, a los países que tienen como fuente principal de ingresos el turismo.

Aunado a lo anterior, la ICAO – Internacional Civil Aviation Organization-, reconoce la importancia de tomar acciones urgentes para lograr un futuro sustentable teniendo como meta la implementación de energías renovables de la mano con los Estados. Por ello mismo, algunos modelos de aeronaves se han adaptado para generar cero emisiones, entre ellos, por ejemplo: Airbus, Boeing y Embraer.

En cuanto a las medidas tomadas por la comunidad internacional, una de las alternativas ha sido la implementación de motores eléctricos. Por este motivo, en el año 1973 el aeromodelista Fred Militky construyó el primer avión eléctrico tripulado. Este modelo, posee como ventaja que el combustible de los aviones representa el 30% de los costos de operación y la eficiencia de sus motores resulta óptima frente a los convencionales.

A pesar de lo anterior, no se puede perder de vista que, no están exentos de inconvenientes, en especial porque, como primera medida, superan el peso máximo de motor que requiere un avión para despegar, y, como segunda medida, la gran cantidad de energía que exigen para su carga sólo puede provenir de combustibles fósiles.

Por tal motivo, la Unión Europea ha optado por recurrir a la fabricación de modelos impulsados a partir de motores de hidrógeno líquido, como Airbus con el proyecto de aeronaves ZEROe. Este modelo representa considerables ventajas de reducción de peso en los tanques de almacenamiento debido a su baja densidad.

Empero, extraer hidrógeno de la atmósfera y transformarlo en combustible, exige fuentes energéticas fósiles que emiten CO2, además de bajas temperaturas para alcanzar un estado líquido. Por supuesto que, tanto los aviones eléctricos, como los aviones impulsados a partir de motores de hidrógeno líquido, no resultan eficaces frente a la reducción de la huella de carbono. Sin embargo, representan grandes avances.

En los últimos años el Derecho Aeronáutico ha venido incorporando de forma progresiva normatividad ambiental. Este interés legítimo surge en virtud de los puntos de contacto del Derecho Ambiental y el sector aéreo. De ahí que, tanto la OACI – Organización de Aviación Civil Internacional-, como la CEAC – Conferencia Europea de Aviación-, emprendieran investigaciones sobre el impacto de las emisiones aeronáuticas en la atmósfera y los problemas ambientales vinculados a la navegación aérea como lo son: El ruido de las aeronaves, los efectos de la calidad del aire y el agua en las inmediaciones de los aeropuertos y las emisiones derivadas de accidentes.

Por lo mismo, el Grupo de Acción sobre Aviación Internacional y Cambio Climático emprendió el sistema de intercambio y/o compraventa de bonos de carbono que tiene por objetivo cubrir las emisiones totales de las aerolíneas. Con todo, el sector aéreo ha presentado resistencia frente a la posibilidad de impuestos ambientales. Lo anterior, es paradójico en tanto, es una de las industrias más contaminantes, pero, la que paga menos impuestos.

Para finalizar, resulta enrevesado deslumbrar con certeza los posibles efectos de la huella de carbono ocasionada por las emisiones de las aeronaves a los derechos de los pasajes de transporte aéreo. No obstante, es claro que uno de los factores que afectan el precio de los tiquetes aéreos son los impuestos a los que están sujetas las aerolíneas. En consecuencia, se tendría que examinar qué tan dispuesto estaría un pasajero a pagar un costo adicional como consecuencia de los gravámenes relacionados con la contaminación. Esto es importante, en tanto, se requiere de acciones idóneas por parte de todos los actores económicos para concebir un futuro sustentable en el planeta tierra.

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